El género entrevista, es una actividad discursiva compleja. Está en constante búsqueda de una verdad, su fin es mostrar al público aspectos poco conocidos sobre la personalidad o la forma de pensar de una persona respecto a un tema. Y aquí es dónde entra en juego lo primordial de la entrevista, es decir; ¿Cómo obtenemos cada unos de nosotros esas verdades?
Esto lo plantea de manera clara Leonor Arfuch es su libro, “La entrevista, una invención dialógica”. Donde resalta, que todo entrevistador, debe saber que entrevista quiere obtener. Y propone una serie de pasos a seguir:
- Llevar a cabo un trabajo detectivesco previo, buscar bibliografías, o información pertinente.
- Plantear un orden de prioridad en las preguntas.
- Permitirse repreguntar, si algo no quedo bien claro.
- Aprovechar elementos inesperados, pero relevantes.
- Dar un giro a la conversación, si se torna monótona.
- El detalle para Arfuch está, en el deseo del entrevistador por develar algo.
Todas estas recomendaciones son de gran utilidad para cualquier persona que desee realizar una entrevista, ya que son claras y concisas. Sin embargo, en la práctica muchas veces, es totalmente distinto. Ya que cada entrevistador tiene y amolda su estilo. Así se vivencia en las entrevistas de Beckett, Calvino, Marilyn Monroe y hasta el mismísimo Andy Warhol.
En la entrevista de Warhol, los entrevistadores buscan de alguna manera extraerle cualquier tipo de información, pero lo único que terminan obteniendo son respuestas con monosílabos o tiradas sonámbulas. Se ve en él artículo cómo los entrevistadores, ponen a prueba sus genialidades, pero sólo obtienen respuestas sin sentidos.
Para concluir, la entrevista tiene como objetivo recibir y transmitir al lector hechos novedosos y desconocidos acerca de los acontecimientos más importantes que puedan interesar a las personas.
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