En este capítulo se trabaja la estructura de los escritos. Y dice, debemos comenzar por ver el repostaje no sólo como un pretexto para la investigación: sino como una unidad en cuanto a estructura, estilo, tono y ritmo con que debe ser escrito.
La estructura es el criterio que seguimos para organizar el material seleccionado, es el esquema organizativo de nuestra redacción. Esta se diferencia en cuanto al estilo, ya que tiene relación con el manejo del lenguaje, se vincula con el tono y el ritmo del repostaje.
La estructura básica del repostaje tiene cuatro componentes: la entrada (es el gran anzuelo), el cuerpo, las transiciones y el cierre.
Toda entrada debe plantearse:
a) Atraer la atención del lector hacia el texto.
b) Suscitar interés por su contenido.
c) Avivar el deseo de información.
d) Suscitar a la acción, a continuar leyendo.
e) Aportar alguna sugerencia sobre el contenido del trabajo.
Aproximaciones posibles:
· Plantear un aspecto novedoso no divulgado antes: Es lo más similar a una entrada de noticia. Lo bueno seria que logre resumir la esencia de lo nuevo.
· Plantear un enfoque original sobre algo conocido: Consiste en el planteamiento básico de esa interpretación o en relación con un marco más amplio que amplié su sentido.
· Buscar la novedad o el interés mediante el detalle o el estilo.
Tipos de entradas: de resumen, de sumario, narrativas, descriptivas, de contraste, de pregunta, de cita, de apelación directa, deductivas, de parodia, de suspenso, simbólicas.
Capítulo 7 El gran sostenedor.
Estructura por bloques: sigue un principio muy simple, pero socorrido. Y hay que tener en cuenta que la comuna vertebral de la organización material consiste en reconocer sus principales componentes.
El contrapunto y la dialéctica: expone lo que dicen las fuentes en torno a cada aspecto en debate.
El valor de lo cronológico: hay que seleccionar, sopesar, destacar unos elementos sobre otros, complementar los detalles con síntesis mas generales ya algunos hechos con conceptos, ofrecer antecedentes y significados de los hechos. Puede tener una estructura lineal o múltiple.
Estructura por escena o casos: aquí la separación se vuelve virtud. El autor debe marcar la frontera entre cada uno de ellos, los presenta por separado, a menudo valiéndose de la tipografía. Necesitará una entrada común, un nexo temático evidente y un cierre común.
Estructura coloquial: existe libertad en la representación; no hay un afán organizativo y el texto se desarrolla como diálogo.
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