viernes, 6 de junio de 2008

Raymond Craver. La vida de mi padre



"La tarea del cuentista es investir el astibo con todas sus capacidades. Aportará su inteligencia y su pericia literaria (a su talento), su sentido de la proporción y su sentido de la pertinencia de las cosas: de cómo las cosas están allí realmente y de cómo ve esas cosas-como nadie más las ve. Y esto se hace mediante el uso de un lenguaje claro y específico, un lenguaje usado para darle vida a los detalles que iluminarán el cuento para el lector"

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